lunes, 15 de septiembre de 2014

LOS MOZÁRABES I.

El curso pasado nos acercamos un poquito al concepto de mozárabe. Este año vamos a centrarnos en saber cómo eran y cómo vivían en la Península Ibérica en general y en Extremadura (Mérida) en particular, pero su estudio en nuestra región merecerá una entrada a parte, ya que contaremos con la extraordinaria colaboración del Director del Consorcio Ciudad Monumental de Mérida, D. Miguel Alba.


El mundo mozárabe  tiene su origen en los hispano-visigodos que, al afianzarse la conquista de la Península por los musulmanes y  viéndose  sometidos a ellos, reaccionaron de diferentes formas: muchos se convirtieron al Islam y se adaptaron  a los musulmanes con relativa facilidad; otros, los mozárabes, se mantuvieron fieles al cristianismo, y formaron una comunidad aparte dentro de Al- Ándalus. Tuvieron su propia administración municipal y judicial y conservaron las antiguas jerarquías eclesiásticas, de las que subsistieron tres sedes metropolitanas en Toledo, Sevilla y Mérida. 



Los mozárabes tuvieron su propia cultura elaborada a base de tradiciones hispano-visigóticas, arraigadas de una manera firme  aunque tuvieron influencias de la nueva civilización hispano-musulmana, con la que tuvieron que convivir y sobre la cual ejercieron a su vez una influencia sin duda importante.La supervivencia no fue fácil para los mozárabes, ya quea tolerancia de las autoridades musulmanas era  bastante limitada y sufrian muchas  presiones, a veces  indirectas para lograr su conversión, pero cada vez más fuertes. La cultura mozárabe merece una especial consideración, sobre todo por la reacción heroica que tuvieron a mediados del siglo IX, pues muchos emigraron hacia los reinos cristianos del Norte y contribuyeron poderosamente a la repoblación del valle del Duero.



Los mozárabes desarrollaron un arte peculiar, del que arquitectura y miniatura constituyen los capítulos principales y casi únicos. Continuaron las tradiciones del arte visigodo, al igual que el arte asturiano, pero los mozárabes dejaron que penetrase en ellos la maravilla del arte califal que dejaría una huella esencial para distinguir su arte en el panorama mundial, siendo una exclusividad en la Historia del Arte.


Elemento fundamental de la arquitectura mozárabe es el arco de herradura con características califales muy acusadas. Nos consta que por Andalucía y Levante se desarrolló el primer arte mozárabe, pero no queda nada debido a la persecución y afán destructor que ejerció Almanzor en el siglo X.

El arte mozárabe convivió con el cristianismo en el reino de León, pero a finales del siglo X y en el siglo siguiente fue suplantado por el románico.Una de las iglesias mozárabes más antiguas, de planta de cruz griega, es Santa María de Melque próxima a Toledo.


Tenemos que decir que Toledo fue la capital del reino visigodo y una de las 6 provincias eclesiásticas en las que estaba dividida Hispania en aquella época, junto con Mérida, Sevilla o Tarragona. En Toledo convivieron tres culturas: cristanos-mozárabes, musulmanes y judíos. Cada uno se reunía en su lugar de culto: los cristianos en las iglesias, los musulmanes en las mezquitas y los judíos en las sinagogas. Una de las iglesias donde se reunían los mozárabes era la dedicada a Santa Eulalia de Mérida. Fue una de las seis parroquias en las que Alfonso VI permitió continuar empleando el rito Hispano-Mozárabe tras ser reconquistada la ciudad, el cual era utilizado por los cristianos que habían conservado su religión durante los 374 años de dominación islámica en la ciudad.
El actual edificio parece datarse precisamente en los primeros años de la Reconquista(S.XII).






Los mozárabes fueron el puente cultural entre los conquistadores y los conquistados.
La confianza que produjo en los conquistadores una población cristiana arabizada, facilitó que la arquitectura religiosa de la comunidad cristiana no vacilara en recurrir a los mismos materiales y esquemas constructivos de tradición hispano-musulmana.

De lo más destacado de esta cultura es la miniatura mozárabe que  constituye uno de los capítulos más originales del arte prerrománico español.


Biblia mozárabe de la Colegiata de San Isidoro de León.



Algunas miniaturas que han llegado hasta nosotros fueron realizadas en territorio musulmán. Se habla en este sentido de una escuela sevillana, caracterizada por el intenso arabismo de su estilo y de la que la Biblia Hispalense es el ejemplar más notable. La mayoría, sin embargo, fueron realizadas en tierras de cristianos, en los reducidos escritorios de los monasterios que iban poblando el valle del Duero. Destacan las leonesas, la de la catedral y la de San Isidoro.



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