lunes, 4 de noviembre de 2013

LEÓN Y LA LEYENDA DE LAS MÉDULAS.

¿Cómo estáis? Espero que hayáis tenido un puente de Todos Los Santos fabuloso.
Yo he estado investigando un poquito sobre los mozárabes y los templarios lo que me ha llevado hasta la ciudad de León.




León fue la antigua capital del Reino de León cuando la península ibérica estaba invadida por los árabes, ¿ os acordáis? , los cristianos en el Norte y los árabes en el Sur. Tuvo un papel muy importante en la Reconquista y su crecimiento y desarrollo tuvo una estrecha relación con el Camino de Santiago, ya que fue, quizás, la vía más importante de circulación de gentes, ideas,cultura y arte del Medievo.



Tengo que deciros que su catedral es preciosa con unas vidrieras espectaculares y que en la Colegiata de San Isidoro se encuentra una biblia Mozárabe del S. X, ya que éstos intentaron repoblar con población cristiana este territorio cuando formaba parte del califato Omeya.






También en esta ciudad se encuentra el fabuloso Hospital de peregrinos de San Marcos, convertido hoy en día en Parador.


Muy cerquita de León está Ponferrada, famosa por su castillo templario ( ya hablamos de los Templarios en una de las primeras entradas del blog y sabéis que los caballeros templarios eran monjes guerreros encargados de custodiar los lugares santos de la cristiandad y los caminos que llevan a ellos). Este castillo alberga en su interior una  fabulosa biblioteca templaria y una exposición permanente sobre las páginas más hermosas del conocimiento.






Entre los libros fotografiados estaba una edición de la Celestina, libro que están leyendo nuestros niños de 5º curso en las Tertulias Dialógicas con su tutora Eva González, y a ellos va dedicada.
La última foto es de una biblia mozárabe.







Por último, y para terminar con este bello recorrido nos paramos en Las Médulas, una antigua mina romana sobre un paraje único el cuál le da nombre a la siguiente leyenda.



"El Bierzo un país encantado"
(La verdadera historia de las Médulas)


El joven general Carisio estaba perdidamente enamorado de la bellísima hija de Medulio: Borenia.

Después del desastre que sufrieron las legiones de su mando, Carisio juró vencer a los astures y conseguir el amor de la hermosa doncella.

Alrededor del Tejo, los guerreros celtas celebran su ritual de guerra, implorando protección y fortaleza a los espíritus de sus antepasados. Poco después se produce el inevitable enfrentamiento.

Se desata la terrible batalla y Medulio es muerto por un rayo, que a la vez funde sus tesoros y los esparce en pepitas en la masa granítica de la montaña.
Borenia huye al bosque como le había dicho su padre y allí espera y espera llena de incertidumbre y angustia.

Carisio va a su encuentro y la engaña diciéndole que han firmado la paz. Con la alegre noticia la muchacha se deja seducir por el apuesto Carisio.

A la mañana siguiente Borenia regresa a su pueblo. Ante sus atónitos ojos, observa aterrorizada que su pueblo ha sido sometido y esclavizado por los romanos.

Tanto lloró Borenia que sus lágrimas inundaron poco a poco aquel valle, hasta formar un lago cuyas aguas arrastraron su cuerpo hasta el fondo, mientras que su espíritu se transformó en una ondina: la ondina Caricea.

Desde entonces, allí habita el espíritu de Borenia y no son pocos los que aseguran haberla visto peinando sus cabellos dorados a la orilla del lago en las noches de San Juan.








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