El Camino nos enseña que es un espacio de intercambio de experiencias donde sólo hay que llevar una mochila con lo justo y necesario y ésta, poco a poco ,se va llenando de paisajes, de vivencias y sobre todo de personas, maravillosas personas. A lo largo de todos estos años hemos aprendido que el Camino no entiende de razas, ni de religión, ni de discapacidad , ni de sexo.
Muchas han sido las peregrinas que nos han visitado y nos comentan que están muy contentas de realizar el Camino Mozárabe y que la acogida que han tenido a lo largo de su recorrido no la han tenido en ningún otro Camino.
Nos satisface formar parte de las vidas de cada una de ellas y ellos, pues el recuerdo de su paso por el colegio no lo olvidan.
Este es el caso de Marie, peregrina francesa que conocía la existencia de nuestro colegio y de Mozarito y quiso pasar a conocernos.
¡Muchas gracias y buen camino!